Preparar a la fuerza laboral sanitaria para que desempeñe una labor destinada a alcanzar los objetivos establecidos en materia de salud es uno de los mayores retos -y al mismo tiempo una de las mejores oportunidades- afrontados hoy por los sistemas sanitarios. La formación de calidad de esta fuerza de trabajo, elemento clave de todos los sistemas sanitarios, es fundamental para mejorar la salud de nuestra población.

Por lo general, los centros de formación sanitaria tienen una triple misión: formar, realizar investigaciones y prestar servicios. Lo ideal sería que esos tres elementos recibieran atención y recursos institucionales por igual y que se alentara al personal a respaldar cada uno de ellos. Sin embargo, en la práctica existen muchos más incentivos con respecto a la investigación y la prestación de servicios, lo que redunda en detrimento de una formación de calidad.

Calidad es un concepto que se aplica en todos los ámbitos de la vida y expresa el afán y las exigencias de mejora que orientan la actividad humana. No existe una definición única de calidad, si bien, de una forma clara y sencilla, podríamos decir que algo es de calidad si sirve para aquello para lo que estaba previsto.

Una organización verdaderamente excelente se esfuerza en satisfacer a todos sus grupos de interés (en nuestro caso, especialistas en formación, docentes, ciudadanía y administración sanitaria) y su éxito se mide en función de los resultados que alcanza, la manera de alcanzarlos y lo que sea capaz de alcanzar. Si esto es de por sí difícil en óptimas condiciones, más difícil aún resulta lograrlo de manera sostenida en un mundo que se caracteriza por una creciente competitividad a nivel global, la rapidez con que se produce la innovación tecnológica, los procesos de trabajo en cambio continuo y la frecuencia de los movimientos que experimentan las economías, las sociedades y los ciudadanos.

El Plan de Gestión de la Calidad Docente (PGCD) de nuestro centro pretende hacer frente a estas nuevas necesidades y retos y, particularmente, a aquellas que se identifican en la formación especializada. El eje central del plan está constituido por el proceso formativo, cuya metodología viene establecida por el RD 183/2008. El núcleo del proceso lo constituye la guía o itinerario formativo tipo, como instrumento de aplicación del programa formativo de la especialidad de que se trate, el plan individual de formación de cada especialista interno residente y el sistema de evaluación, que determinará el grado de asimilación y aprendizaje de conocimientos adquiridos. Todo ello presidido por dos principios sobre los que se fundamenta este plan pedagógico: el deber general de supervisión inherente a todos los profesionales que prestan servicio en las distintas unidades asistenciales donde se forman especialistas en formación, y la responsabilidad progresiva a asumir por éstos últimos en la prestación de servicios asistenciales de la especialidad, unida al decreciente nivel de supervisión, hasta alcanzar el ejercicio autónomo.

El papel esencial del personal docente en la preparación de los residentes justifica la adopción de una estrategia mucho más amplia para respaldar la excelencia en el aprendizaje. Algunos de los componentes clave podrían ser: perspectivas de carrera más creíbles en la formación; buen material y apoyo técnico; retroinformación y evaluación constructivas; acceso a orientación; oportunidades de formación para mejorar la enseñanza e innovación en el contenido de los currículos.

 

Plan de gestión de la Calidad Docente del Hospital Universitario Virgen de las Nieves (PDF 6.61MB 23-07-2020)

Última Actualización de la Página: 22/07/2022 12:42:33